Topiltepec.- La agencia municipal del pueblo de Santa María Tiltepec, ubicado a 92 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, en el territorio ancestral de los Ñuu Savi y perteneciente al municipio de San Pedro Topiltepec, parece un cementerio de bestias mitológicas. En una pequeña casa limpia y vieja, con dos habitaciones pintadas de un amarillo dorado, la comunidad guarda despensas, alimentos, agua y banderas mexicanas cercadas por el fósil de un mastodonte gigante mineralizado.
Leer más: EL MASTODONTE DE TILTEPEC Y LA ESPERA DE ESTE PUEBLO DE OAXACA POR UN MUSEO NEGADO POR 14 AÑOSLa bestia extinta alrededor de hace 12 mil años, según la zoología moderna, lleva más de una década guardada entre los ladrillos húmedos. Es cuidada por el pueblo como un tesoro, con los huesos envueltos en sábanas blancas. El piso de cemento pulido, tiene rastros de sal y granito. Los huesos del animal prehistórico están montados en anaqueles de madera desde hace 14 años. Si no fuera por la sensación calcárea al tocar los estantes, sería el dispensario de una reliquia religiosa: molares en vez de cruces, fémures en lugar de santos, colmillos en vez velas rojas. Una necrópolis en una montaña indígena de la Mixteca plagada de animales que inspiraron el mito de los ciclopes. “En una ladera a un kilómetro de aquí, en el Cerro del Jazmín en un terreno ya erosionado apareció el primer molar”, dice Diego Lara Palacio, que fue el representante del pueblo en 2009, el año del descubrimiento