LO QUE NO PREVIERON AHORA LES HACE TRABAJAR A TODO VAPOR EN LA SUPER PUERTO ESCONDIDO.

Roberto Vives Guerrero/mision24.

Al parecer la contratación de empresas que no tienen el pleno conocimiento y mucho menos intuición de realizar los estudios correspondientes en los terrenos tan complejos como lo es el tramo de los coatlanes en la super carretera llamada barranca larga, los está haciendo trabajar a todo lo que da, para poder tenerla limpia totalmente en esta próxima semana que empezará a llegar gente de otros estados por vacaciones de semana santa.

No obstante las personas que han decidido ir antes para evitar aglomeraciones en las playas de Puerto Escondido y Huatulco, se encontraron con cortes y desviaciones que les mantuvo prácticamente en espera, además de una total incapacidad de los trabajadores para descongestionar los tramos de reparación, curiosamente el flujo de vehículos que circulaban de puerto a Oaxaca eran muy poco no así los viajantes que iban rumbo a las playa sin embargo el tiempo de espera para poder pasar era no menos de 20 minutos.

Los precios y  el mal servicio  aunado a las raterías que están practicando restaurantes ubicados en playas de Huatulco ha dejado un mal sabor a varios paseantes como ejemplo en la playa de el Maguey  aplican más allá del diez por ciento de propina en la nota que evidentemente turistas despistados no reparan en que ya les están aplicando mas de este porcentaje y dejan en la mesa una cantidad como propina, otro detalle si su nota es de 150 pesos y usted paga con un billete de doscientos  el cambio nunca se lo llevan apostando que la gente se desespere y lo de por perdido esto sucedió en el restaurante  la casa del abuelo.

En San Agustín, restaurante  La gran Familia, están en peores condiciones no obstante no cumplir con las especificaciones de precios, no llevar el pedido completo, que se traduce en un servicio pésimo le aplican también la propina en su nota.

Dicho sea de paso, urge que la Secretaría de Turismo vea estos asuntos que resulta muy molesto para muchos visitantes además de promover cursos de buena cocina es vergonzoso que en estos lugares no sepan cocinar los mariscos y pescados. La gente sabe de antemano que en temporada alta los precios son elevados, pero al menos esperan degustar un platillo bien preparado con sazón que deleite el paladar.