La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió las consecuencias del consumo excesivo de un condimento que diariamente ocupamos para cocinar, calificándolo como cancerígeno.
Se trata de la sal. Si bien es sabido que este ingrediente que usamos para sazonar nuestra comida no es muy saludable en exceso, ya que puede provocar enfermedades como hipertensión por incrementar la presión arterial, con las recientes declaraciones de la OMS se suma el cáncer de estómago como uno de los padecimientos que puede provocar.
La sal es un condimento también conocido como cloruro de sodio, que en uso moderado, se emplea en la alimentación para realzar sabores, generar apetito y conservar alimentos. Se presenta primordialmente en 3 formas: la sal marina, la sal gema y la sal vegetal y la sal refinada, esta última es la más común.
La OMS recomienda no abusar de su consumo, ya que puede ser cancerígena en exceso, al dañar la mucosa gástrica, facilitando la colonización de bacterias como la Helicobacter pylori, lo que podría desencadenar gastritis crónica, un precursor del cáncer gástrico.
La organización señaló que 1,89 millones de muertes cada año en el mundo están asociadas con el consumo excesivo de sodio.
Consejos para reducir el consumo de sal
La cantidad recomendado de sal para consumir es de 5 gramos al día (menos de una cucharada pequeña.
Las recomendaciones para no consumir tanta sal y evitar enfermedades como hipertensión, osteoporosis, obesidad y cáncer son:
Comer principalmente alimentos frescos y mínimamente procesados
Elegir productos bajos en sodio (menos de 120 mg/100 g de sodio)
Cocinar con poco o nada de sodio/sal añadido
Utilice hierbas y especias para sazonar la comida, en lugar de sal
Limitar el uso de salsas comerciales, aderezos y productos instantáneos
Retire el salero de la mesa